(Fuente, Diario EL PAIS Cali)
AFP - El País
Por muchas razones, entre ellas que Colombia fue local y
escogió la superficie y las bolas con las que se jugaron, era el chance
para conseguir un sueño que se viene haciendo añejo en esta generación.
El
punto más importante era la confianza que daba este grupo de tenistas
colombianos conformado por Santiago Giraldo, la pareja de Robert Farah y
Juan Sebastian Cabal, además de Alejandro Falla, y Alejandro González.
Este último fue suplente. Todo parecía estar sobre la cancha para que el
deporte blanco se vistiera de tricolor ante los nipones en esta
oportunidad.
El resultado al final fue inesperado, con la derrota
de un desconocido Santiago Giraldo ante Kei Nishikori y después de
Alejandro Falla con Taro Daniel.
Después del mal resultado de
Colombia, tras muchas críticas y con demasiadas reflexiones por hacer,
El País contactó en Miami al capitán Mauricio Hadad, quien, ya con la
cabeza fría, habló de este duro momento para el tenis nacional.
¿Cuál es su balance de la derrota ante Japón en Copa Davis?
El
balance no es bueno porque la verdad es que teníamos que ganar e
infortunadamente no se pudo.
El deporte es de resultados y en esta
ocasión era ganar o ganar. Tenemos que comenzar a mirar qué viene más
adelante.
¿En qué cree que se falló o qué hizo falta para lograr el objetivo?
Te
voy a ser sincero. Todos estos días no hecho nada diferente a pensar
qué hubiera podido ser diferente, qué se hubiera podido cambiar. La
verdad es que yo le tenía mucha fe a Alejandro Falla para definir ese
último punto y estratégicamente lo había pensado así. De hecho, los
primeros 25 minutos fueron de esa manera, pero infortunadamente las
cosas cambiaron y perdimos. Quedo tranquilo porque yo me la jugué de esa
manera y lastimosamente no se nos dieron las cosas.
¿Por qué se la jugó por Alejandro Falla y no por Alejandro González?
Yo
me la jugué con Alejandro Falla porque venía jugando bien y había
tenido un buen verano, tuvo partidos importantes y durante una semana de
entrenamientos. Me demostró que tenía el juego para ganar y así lo
demostró los primeros 20 minutos de partido, lo que pasa es que no lo
pudo cerrar.
¿Una semana después cree que tomó la decisión indicada o se equivocó designando a Alejandro Falla?
Yo
estoy tranquilo porque tomé la decisión correcta. Los dos venían
jugando bien, tenía que escoger a uno y al final me decidí por Falla.
¿El nivel de los jugadores colombianos sí fue el que usted esperaba a la hora de la competencia?
Todos
estaban en un buen nivel. Los tres simplistas y los doblistas estaban a
punto para jugar. Yo tenía que tomar una decisión y me tocaba definir
por Falla o González. Fue una decisión que tomó varios días, por eso
creo que hice lo correcto. Es más, Falla ya había vencido a Taro Daniel,
en otra superficie, pero ya sabía qué era enfrentarlo.
¿No ha podido dormir esta semana?
La
verdad, no estoy tranquilo, he estado muy golpeado como lo han estado
todos los integrantes del equipo. La verdad, no me recupero de lo que
fue este golpe tan duro.
¿Se dejó pasar una oportunidad histórica para vencer a Japón?
Sin
lugar a dudas dejamos escapar una oportunidad grandísima para Colombia.
Yo soy de los que digo que en el deporte hay momentos en los que hay
que ganar; hay partidos en los que hay que vencer, y hay confrontaciones
en las que hay que ganar. Esta era una confrontación en la que teníamos
que ganar y no aprovechar esta oportunidad es la razón por la que todos
estamos tan golpeados.
¿Este Japón que vino a Colombia era un equipo al que se le podía superar?
Japón
no es un equipo malo, al contrario, ellos tienen a un jugador como Kei
Nishikori que es una carta grandísima, es un jugador que te va a ganar
dos puntos y va inspirar a su segundo jugador a que gane un punto, y eso
fue lo que pasó. Taro Daniel casi nos araña el primer día ese punto con
Santiago Giraldo y el último día nos ganó un punto.
Si
lo que la Federación quiere es comenzar un nuevo proceso, está bien, y
yo respeto las decisiones que se puedan tomar. Lo que se tienen que
sentar a mirar es qué es lo que quieren y qué buscan con un nuevo
proceso.
Nosotros tenemos a un Santiago Giraldo que es 50, Falla y
González están 120 y los doblistas son número 10 del mundo. Si quieren
hacer un cambio total a ese equipo, se respeta, pero el hecho de que
perdamos no quiere decir que no tengamos un gran equipo.
¿Qué otros jugadores podrían ser alternativas en caso de modificar el proceso?
Eso
depende de lo que quiera la Federación y qué camino le quieren dar al
equipo de Copa Davis. Si me preguntas a mí quiénes vienen de atrás, me
queda muy difícil dar esos nombres, porque son jugadores que están del
250 o 300 para atrás, y en caso que la Federación quiera dar ese cambio
radical, habría que entender que Colombia va a comenzar a descender
grupos.
¿Usted no está de acuerdo con una renovación?
Yo
respeto lo que el comité de la Federación quiera hacer con el equipo de
la Davis. Estoy para ayudar y colaborar, pero me dolería que puedan
cambiar porque tenemos tenistas que todavía están entre los mejores del
mundo.
¿En algún momento se le ha pasado por la cabeza dar un paso al costado?
Estoy
a disposición del equipo, los jugadores y la Federación, pero cualquier
decisión que quieran tomar con respecto a mí, la respetaré. Si quieren
seguir contando conmigo, siempre estaré, porque disfruto estar con los
muchachos y llegar a un grupo mundial. Lastimosamente hemos estado cerca
y no se nos ha podido dar.
¿Cree que se debe trabajar más en la base del tenis colombiano?
La
verdad es que nosotros no tenemos base. Cada jugador está muy
individualizado y separado de cualquier tipo de proceso que exista en
Colombia. No hay un proceso o una escuela dedicada a desarrollar a los
tenistas colombianos, sino que es cada familia y cada niño el que busca
en sus sedes para desarrollarse como jugador.
¿Qué cree que se debe hacer para cambiar esa forma de trabajo a futuro?
La
verdad, tendría que ser una tarea conjunta de la Federación y las
empresas privadas que quieran trabajar. Así como lo tuvo Colsánitas en
su época, donde teníamos la oportunidad de tener 30 niños, y de ese
grupo salieron Fabiola Zuluaga, Alejandro Falla, Alejandro González,
todos ellos se criaron en Colsánitas, pero gracias a que había un grupo
de niños y todo un plan dedicado a un conjunto de jugadores.
¿Hay que volver a retomar ese proceso?
Creería
yo que hay que hacer lo mismo y volver a tener 25 o 30 niños para que
comiencen un trabajo de desarrollo e inicien a ser profesionales.
¿En este trabajo sería vital la Federación?
Claro,
tendría que ser entre la Federación y Colsánitas. La Federación es la
que organiza los torneos y estos jugadores necesitan de las invitaciones
para que comiencen a tomar experiencia y se puedan estar en un ranking
importante.
¿Qué sigue ahora para el grupo?
Cada
uno sigue sus torneos y su trabajo individual. Santiago Giraldo iba
para Asia, los doblistas van a Japón, González y Falla van estar en
Pereira y Medellín, mientras que yo seguiré mi trabajo con Laura Robson,
que es del circuito de la WTA.
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