(Fuente, Diario EL TIEMPO)
Aronson (der.), que fue nombrado por el secretario de Estado de EE. UU., John Kerry
Enviado especial dijo que su país respeta lo que decida Colombia sobre extradición de guerrilleros.
Bernard Aronson, enviado especial de EE. UU.
al proceso de paz con las Farc, fue fundamental en los acuerdos
anunciados en La Habana.
En entrevista con EL TIEMPO, Aronson sostiene que lo pactado no conducirá a la impunidad y que Washington estará listo para ayudar al país cuando llegue la etapa del posconflicto.
Aunque pronostica cierta oposición en EE. UU., Aronson vaticina que
primará la gran alianza que ha unido a ambos países por más de dos
décadas. Además, habla de extradición, uno de los temas que más
preocupan a las Farc.
¿Cómo recibió Washington el acuerdo alcanzado con las Farc este miércoles?
El secretario de Estado, John Kerry, estaba
muy complacido. Él y el presidente Barack Obama aprecian el liderazgo
del presidente Santos y están muy optimistas por el progreso que esto
representa.
Dicen que usted jugó un papel
destacado en las negociaciones que culminaron con el acuerdo de justicia
transicional. ¿Cuál fue su rol?
Yo no quisiera entrar en eso. Creo que lo
importante son los resultados y este es un logro del Presidente. En
algunas ocasiones consultó mi opinión y se la di. Pero mejor pregúntele a
él cuál fue mi rol.
Al acuerdo, como se esperaba, ya le
han salido críticos. Cuestionan que las penas para los máximos
responsables serán muy leves. ¿Qué opinan ustedes?
Mire, la gente puede debatir estas cosas, pero
este proceso no es para castigar a la guerrilla. Es un proceso para
terminar con una guerra que ha causado una enorme destrucción y muerte a
lo largo de 50 años.
La justicia, los derechos humanos y los
derechos de las víctimas son centrales en todo esto. Pero si hay gente
que quiere medir el acuerdo por qué tanto castigo reciben las Farc,
entonces sería casi imposible lograr la paz.
En este acuerdo no hay impunidad. Todas las partes tendrán que enfrentar el Tribunal que será creado. Los que confiesen, colaboren y contribuyan serán sentenciados bajo una forma de justicia restitutiva a entre 5 y 8 años.
Los que no digan la verdad serán enviados a la justicia criminal y sentenciados hasta 20 años. Deberán aceptar responsabilidad, reparar a las víctimas, garantizar la no repetición y aceptar la sentencia del Tribunal. No creo que nadie está saliendo libre de este proceso.
En este acuerdo no hay impunidad. Todas las partes tendrán que enfrentar el Tribunal que será creado. Los que confiesen, colaboren y contribuyan serán sentenciados bajo una forma de justicia restitutiva a entre 5 y 8 años.
Los que no digan la verdad serán enviados a la justicia criminal y sentenciados hasta 20 años. Deberán aceptar responsabilidad, reparar a las víctimas, garantizar la no repetición y aceptar la sentencia del Tribunal. No creo que nadie está saliendo libre de este proceso.
¿Cómo cree que será recibido en su Congreso el acuerdo?
Como en el Congreso de Colombia, donde hay
diferentes voces. Pero a lo largo de los últimos 20 años ha existido un
respaldo bipartidista hacia Colombia.
Hemos atravesado muchas cosas juntos; es uno
de nuestras aliados más cercanos del mundo. Habrá desacuerdos, pero creo
que EE. UU. está unido en su deseo de ver a Colombia alcanzar la paz.
Esto (que se acaba de firmar) los acerca más a ella y creo que el apoyo
seguirá.
¿No teme que el acuerdo con las Farc ingrese a las campañas políticas de EE. UU. y se convierta en caballito de batalla?
Creo que es posible. En un ambiente de
campaña, los candidatos aprovechan temas que están calientes. Pero
fíjese cómo hubo muchos que quedaron desilusionados cuando Colombia
decidió suspender las fumigaciones y, sin embargo, eso no los volvió
enemigos de Colombia. Expresaron su opinión, pero aceptaron que es un
país soberano que toma sus propias decisiones.
El senador Marco Rubio, candidato para
la nominación presidencial por el Partido Republicano, ha criticado en
fuertes términos la posibilidad de que Colombia no extradite a los
miembros de las Farc con deudas ante su justicia. ¿Cuál es su posición?
Habrá miembros del Congreso que criticarán eso
y otros aceptarán el hecho de que Colombia es la que decide a quién
extradita. Acá no hay un tratado que garantice que están obligados a
hacerlo.
¿Pero EE. UU. seguirá pujando por la extradición de integrantes de las Farc?
Colombia no ha dicho que no extraditará a
nadie nunca más. Lo que ha dicho es que, para el propósito de la paz, un
cierto número de miembros de los líderes de las Farc, si atraviesan el
proceso de justicia transicional, si aceptan sus obligaciones y sus
sentencias, no serán extraditados.
De lo que le falta al acuerdo, ¿qué le parece lo más difícil?
Es cierto que quedan muchas cosas aún por
resolver, pero lo más difícil ya se recorrió. Tanto Santos como el líder
de las Farc dicen que esto es el comienzo de la paz y yo creo que lo
es.
¿Si la paz se firma pronto, estará EE. UU. listo para ayudar a Colombia en la dura tarea del posconflicto?
Esto es mucho más que dejar las armas. Hay que
mejorar la calidad de vida de campesinos, invertir en infraestructura,
seguridad. Son muchas necesidades y retos; y si bien Colombia asumirá el
liderazgo en ese esfuerzo, EE. UU. buscará formas de ser útil. Asumo
que eso requerirá recursos adicionales.
El embajador de Colombia (Juan Carlos) Pinzón estará a la cabeza de ese trabajo en el Congreso, pero lo acompañaré para ayudar a identificar esos temas del posconflicto en lo que podamos ayudar.
Somos conscientes de que no podemos olvidarnos
de la paz cuando se silencien las armas, y creo que habrá mucho apoyo
de la comunidad internacional.
SERGIO GÓMEZ MASERI
Corresponsal de EL TIEMPO
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