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domingo, 27 de septiembre de 2015

'Autores de delitos graves estarán en un lugar austero y vigilado'

(Fuente, Diario EL TIEMPO)

El presidente Juan Manuel Santos volverá el martes a la Asamblea de la ONU para hablar sobre el impulso definitivo al proceso de paz, tras la firma del acuerdo sobre justicia.

Foto: EFE
El presidente Juan Manuel Santos volverá el martes a la Asamblea de la ONU para hablar sobre el inicio del proceso.

Presidente Santos explica a EL TIEMPO alcances y lo que está por ajustar del acuerdo de justicia.

Fueron varias precisiones las que el presidente Juan Manuel Santos hizo en este diálogo con EL TIEMPO sobre el acuerdo en materia de justicia firmado esta semana con las Farc en La Habana. Por ejemplo, dejó en claro que las sentencias se pagarán en un lugar preciso y vigilado, y no en un municipio o en una región entera, como se ha dicho.

El mandatario aseguró desde Nueva York, donde asiste a la Asamblea General número 70 de las Naciones Unidas, que las penas restrictivas de la libertad que se impongan desde la Jurisdicción Especial de Paz en el posconflicto no se pagarán en regiones o municipios, y enfatizó en que habrá un organismo que ejerza control y vigilancia.

Si bien el Jefe de Estado es sincero al explicar que aún faltan detalles por acordar en torno a este tema, y sobre el proceso mismo de paz, también dice con convicción, y por primera vez de forma tan categórica, que “el 2016 será el año de la paz en Colombia”.

Santos profundizó, además, en varios aspectos de lo pactado el miércoles en Cuba, cuando se dio por primera vez la mano en público con el máximo cabecilla de las Farc, Rodrigo Londoño, alias Timochenko, y aprovechó para reiterarle al Eln que aún está a tiempo de subirse al tren de la paz.

¿Cuál es el alcance del acuerdo que se logró sobre justicia?
Lo que se anunció el miércoles es la creación de una Jurisdicción Especial para la Paz, que garantiza que no habrá impunidad frente a los delitos más graves cometidos con ocasión del conflicto armado interno. Es decir, se acordaron las bases de un sistema de justicia especial para poner fin al conflicto, pero hay varios aspectos que aún habrá que desarrollar y precisar.

¿Cuáles fueron los aspectos más difíciles de consolidar?
El acuerdo sobre un sistema de justicia en un proceso de paz es siempre el más difícil, porque implica definir la forma en que los responsables de los delitos más graves aceptarán su responsabilidad y serán sancionados. Dimos un paso muy grande en junio de este año al acordar un sistema integral de verdad, justicia, reparación y no repetición para las víctimas, que es la garantía de que habrá la máxima satisfacción posible de sus derechos. Y dimos otro ahora al acordar las bases del componente específico de justicia, que es la jurisdicción especial. Creo que alcanzamos un acuerdo que fue más allá de las expectativas de la mayoría, porque logramos hacerlo respetando los lineamientos del derecho internacional y nuestra propia Constitución. Y lo hicimos como resultado de una negociación. Eso es una verdadera novedad en un proceso de paz.

¿Qué penas o sanciones impondrá el Tribunal? ¿Qué significa una sanción de restricción efectiva de la libertad?
La jurisdicción impone una serie de penas y sanciones, dependiendo del reconocimiento de responsabilidad. Si una persona responsable de uno de los delitos que investiga la jurisdicción no reconoce su responsabilidad, será juzgada y condenada por el Tribunal hasta a 20 años de prisión. Si, por el contrario, reconoce su responsabilidad, el Tribunal le impondrá una sanción de mínimo 5 y máximo 8 años, que tendrá dos componentes: uno de restricción efectiva de la libertad y otro de reparación y restauración. 

Presidente, ¿y eso qué quiere decir?
Que los culpables de los delitos más graves que reconozcan responsabilidad tendrán que estar en un lugar específico, bajo un régimen de vigilancia y control. En ningún caso se trata de un municipio o una región, como se ha dicho. Tiene que ser un lugar preciso, yo me imagino unas instalaciones austeras, desde donde, con la debida autorización del organismo de vigilancia y control, puedan desarrollar o hacer actos de reparación a las víctimas, como reconocimientos públicos de responsabilidad o participar en el desminado, por ejemplo. Pero cuáles serán las características particulares de estos lugares y qué organismo los va a supervisar son cosas que aún hay que acordar.

¿De qué manera funcionará esta Jurisdicción Especial para la Paz para los máximos cabecillas de las Farc?
De la misma forma. Si reconocen su responsabilidad por los delitos más graves y participan en las medidas de justicia transicional que hemos acordado, como la comisión para el esclarecimiento de la verdad, la convivencia y la no repetición, o las acciones concretas de reparación, tendrán sanciones con restricción efectiva de la libertad entre 5 y 8 años. Y si no lo hacen, podrán pasar hasta 20 años en prisión.

¿Los miembros de las Farc, incluyendo a sus máximos cabecillas, podrán participar en elecciones o en cargos públicos?
Como Gobierno, somos conscientes de que el propósito de todo proceso de paz es que las personas que dejen las armas puedan, en algún momento, participar en la vida civil y política del país con todas las garantías para su vida. Su participación en política dependerá, primero, de que hayan dejado las armas y, segundo, de que se haya definido su situación jurídica. 

¿De qué forma regirá esta jurisdicción para los miembros de la Fuerza Pública?
A la jurisdicción especial pueden acceder todos quienes de manera directa o indirecta hayan participado en el conflicto y se hayan visto involucrados en graves delitos. Pero quiero aclarar dos cosas. Primero, cualquier tratamiento especial de justicia que se establezca para nuestros militares y policías, y los agentes del Estado en general, tendrá que ser equilibrado, equitativo y simultáneo con respecto al tratamiento que reciban las Farc. Segundo, no será con las Farc con quienes decidamos la suerte de nuestros soldados y policías, ni tampoco de terceros civiles que se puedan haber visto involucrados en delitos cometidos con ocasión del conflicto. Por eso, hemos hablado de un tratamiento diferenciado dentro de la jurisdicción especial, que será definido en Colombia.

¿Colombia vivirá el otro año en paz y las Farc ya estarán desarmadas?
Como lo dije en mi alocución desde La Habana, la paz es posible y está cada vez más cerca. Esa es mi esperanza y la de todos los colombianos. Y eso es lo que pactamos, que a más tardar en 6 meses se firme el acuerdo final que ponga término al conflicto y que por tarde 60 días luego de ese acuerdo comience la dejación de armas. El 2016 será el año de la paz en Colombia.

¿Qué les dirá a las Naciones Unidas sobre los avances en el proceso de paz?
Compartiré con todas las naciones del mundo este avance fundamental. Yo había dicho en la pasada asamblea que aspiraba a regresar en un año con la noticia de la paz de Colombia. Todavía no puedo dar esta noticia, pero el avance que tuvimos es tan grande que podré decir que, en medio de un mundo cansado de conflictos y guerras, Colombia se acerca a un escenario de paz. 

Presidente, finalmente, ¿todo esto puede motivar al Eln a que se suba al tren de la paz?
Debería motivarlos. No puede ser que el Eln se quede como la última guerrilla de América, peleando contra la voluntad y anhelo de paz de un país. Como les he dicho muchas veces: ojalá no los deje el tren de la paz.

Reconocimiento a trabajo por la paz

La inminencia de un acuerdo para acabar la guerra con las Farc ha puesto a Colombia en el radar de la comunidad internacional como uno de los países que tendría la capacidad de liderar misiones de paz en otros territorios que quieran hacer tránsito hacia el posconflicto.
Esto quedó en evidencia con la invitación que le hizo el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, al jefe de Estado colombiano, Juan Manuel Santos, para que participe este lunes en un encuentro con otros mandatarios cuyos países cumplen la condición de garantizar espacios de democracia y de paz.

Esta cita de alto nivel será liderada por Obama y contará con la participación de otros ocho mandatarios, pero la intención es que el grupo que liderará estas misiones de paz para posconflictos sea integrado por lo menos por 40 naciones de todo el planeta.

(Obama) está muy interesado en Colombia y se va a comprometer con la participación de nuestras tropas en misiones de paz hacia el futuro. Una vez firmemos la paz vamos a asumir compromiso”, explicó Santos sobre la cita.

Esto también quedó en evidencia luego de que varios países de relevancia internacional felicitaran al mandatario colombiano durante los actos previos de la Asamblea General número 70 de las Naciones Unidas, por el acuerdo logrado con las Farc sobre justicia, el pasado miércoles en La Habana.


DANIEL VALERO
Enviado especial de EL TIEMPO
Nueva York.



















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