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lunes, 31 de agosto de 2015

James, el jugadorazo

(Fuente, Diario EL ESPECTADOR)

El colombiano, titular ante el Betis y autor de dos golazos, es una mezcla de toque, delicadeza, potencia y arte. El técnico Benítez, sin embargo, dice que todavía no está al cien por ciento.

James, el jugadorazo  
James Rodríguez celebra los tantos que le marcó al Betis. / AFP


La sonrisa con la que James Rodríguez celebró sus dos goles –un trallazo de falta y otro de chilena– en el césped del estadio Bernabéu no se le había borrado todavía de la cara hora y media después de que acabara el partido. En la zona mixta apareció igual de feliz que se le vio en la cancha. Algo más coqueto, si acaso, pendiente de si todos los botones de su camisa estaban en orden. Suplente en El Molinón (donde jugó 35 minutos) por decisión del técnico Rafa Benítez, que dice verle un poco por detrás que el resto en cuanto a preparación, el colombiano jugó 90 minutos contra el Betis.

“Yo siempre he estado bien, hoy porque marqué dos goles, pero siempre me he encontrado bien y he entrenado bien”, comentó James. “Benítez es el que manda y yo tengo que estar listo para cuando me necesite”, añadió.

Benítez es el que manda y el sábado volvió a repetir que el colombiano todavía no está al cien por ciento por haberse incorporado diez días más tarde (jugó la Copa América y empezó más tarde las vacaciones).

“Está cogiendo ritmo, la calidad nadie se la discute. Cuando pensamos que nos puede dar cosas, juega; si no, juega otro compañero. A mí el debate de si juega un jugador u otro, me da igual, lo que quiero es que jueguen once del Madrid y que ganen”, explicó el técnico del Madrid.

Cuando le preguntaron qué gol de los cinco que había marcado su equipo le gustó más, soltó: “Tengo un defecto, soy entrenador. Me da igual como los metan, si ellos hacen goles espectaculares y lo recalcáis, mejor para ellos, pero a mí con que metan gol estoy encantado de la vida”.

Encantado de la vida estaba, precisamente, James. Con su entrada en la segunda parte del partido contra el Sporting, el Real Madrid recuperó presión y desborde. Contra el Betis y junto a Karim Benzema dio un recital. Marcó dos goles, dio el pase del primero (cabezazo de Bale); fue el que más pases buenos distribuyó (89 de 102; Kroos y Modric, los peloteros del equipo, se quedaron en 65 y 60, respectivamente); el que más centró (11, más del doble que Bale y Marcelo). Lideró también la tabla del futbolista con más participación en las jugadas (63). Sólo Marcelo finalizó, en cambio, más jugadas que él: 18 por 14.

James cumplió 24 años el pasado mes de julio. Pasó indemne la primera temporada en el Madrid –la de la adaptación, que muchos no consiguen superar, véase Illarramendi o Coentrão, por ejemplo– y juega con la frescura de alguien que se divierte con el balón y con sus compañeros. Elegante, pero también fuerte físicamente. Es una mezcla perfecta de toque, potencia, visión de juego y golpeo. “A mí me gusta ayudar”, dijo.

“Desde pequeño se sabía que iba a ser un crack, no había dudas, siempre tuvo esa categoría y elegancia para jugar al fútbol. Lo que ha desarrollado con los años es una fuerte personalidad”, decía de él el técnico colombiano Eduardo Lara, el primero en llamar a James a una convocatoria con la selección, en categorías inferiores. A la concentración de Colombia viajó anoche James Rodríguez para el juego amistoso de esta semana contra Perú. Para terminar su puesta a punto.

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