(Fuente, Diario EL TIEMPO)
Foto: Juan Diego Buitrago / EL TIEMPO
La cantante estadounidense Katy
Perry se presentó este viernes en Bogotá.
La estadounidense se montó en un caballo simulado, un carro de mentiras y hasta se disfrazó de gata
Katy Perry llegó a Bogotá con su ‘Prismatic World Tour’ y cumplió el sueño de más de un fanático colombiano.
Pese a que no salió a escena a las 9 p. m.,
como se tenía previsto, la artista se reivindicó abriendo su show con un
despliegue escenográfico lleno de color y humor que ya se conoce en sus
videos.
Los fanáticos corearon a una voz la canción
‘Roar’ y ella movió su cuerpo junto a sus bailarines, consciente del
efecto que su traje luminoso causaba.
Pero la euforia del público llegó
cuando en la pantalla LED aparecieron tres pirámides. Todos sabían lo
que significaba, Perry interpretaría la canción Dark Horse cuyo video es uno de lo más vistos en la plataforma YouTube.
Katy Perry no se ha ganado a su público siendo
minimalista, por eso apareció de nuevo en el escenario vestida con
brillantes y una peluca negra, montada sobre un caballo de color dorado y
en medio de un ambiente que transportó a los asistentes al Antiguo
Egipto. El tema musical sonó y de nuevo las voces compitieron por
demostrar su fanatismo hacia la cantante pop.
De ser la imponente reina de un poderoso
imperio, Perry pasó a ser una chica sensual al interpretar ‘I Kissed a
girl’, canción que la catapultó a la fama hace algunos años.
El show se detuvo y la gente se entretuvo
viendo a unos gatos en la pantalla, pero poco después el escenario
recibió algunos bailarines que, disfrazados de felinos, acompañaron a su
líder en la interpretación de otro de sus mayores éxitos, ‘Hot n cold’.
Tras un fugaz lapso, la artista salió
con un vestido blanco y una capa cubierta de cristales, una peluca y el
micrófono en la mano, esta vez no para cantar sino para saludar a sus
anfitriones. Su nueva faceta: Katy Perry chistosa.
Comenzó intentando decir algunas palabras en
español, logró decir leche, queso y señorita. También afirmó que quería
tener un novio colombiano y hasta fingió estar agripada por el clima de
Bogotá.
Con espontaneidad y frescura procedió a uno de
los actos más esperados de la noche, elegir a uno de sus fanáticos para
que subiera al escenario.
La afortunada fue una bumanguesa de 16 años llamada Mariana, aunque Perry le dijo “María, mañana y maraña…mañana es tomorrow”. Su fanática le enseñó algunas frases y términos en español, entre otros, bandeja paisa a lo que su ídolo respondió “pizza” en vez de paisa agitando las manos y brincando.
La chica bajó del escenario pero la emoción
siguió subiendo. Katy Perry pasó de hacer reír a conmover. Tomó su
guitarra, afianzó un gesto acorde a la canción que venía y desplegó su
capacidad vocal interpretando ‘The one that got away’ y otras más.
Finalizado este acto se envolvió en la bandera
de Colombia y le agradeció al público haberla esperado, no sin agregar
que “se sentía conmovida porque su gira por Sudamérica terminaba
precisamente este viernes, en Bogotá”.
El concierto pareció llegar a su fin, pero la
Katy de escenografías cargadas apareció de nuevo con un traje neón y un
carro muy femenino. Cantó, bailó y cerró su espectáculo a las 11:30 p.
m. con el tema ‘Firework’.
Tras el repertorio lleno de fantasía y humor,
los que no tenían carro protagonizaron una procesión por la Autopista
Norte hacia el sur en busca de un medio de transporte que, en algunos
casos, no lograron obtener sino hasta las 2 a. m.
NEREO ORTEGA
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