(Fuente, DIARIO MARCA España)
Ni en el mejor de los escenarios podría imaginar el aficionado del Celta
que acabaría la noche celebrando tal goleada. La victoria de su equipo
ante el Barcelona quedó además adornada por dos golazos -los primeros- y
todo un vendaval de juego por bandas o a la contra que dejó a los
azulgrana incrédulos.
Celeste es su color y celestiales las sensaciones que despertó el Celta en
su entregada afición. El equipo gallego goleó al campeón de todo, el
Barcelona, con una exhibición coral hilvanada con orgullo, entrega,
calidad y mucho acierto. Los azulgrana se quedaron sin respuesta en la
mayor goleada (4-1) que han encajado en Liga en la era Luis Enrique.
El Celta ha empezado la temporada en estado de gracia. Lo están sus
jugadores más importantes, que se creen capaces de todo, y contagian al
resto. El mejor ejemplo es Nolito, que en el primer gol
se dedicó tiempo para controlar, mirar y colocar la pelota como
confiado de que acabaría por entrar pegada a la escuadra contraria pese a
la oposición de Ter Stegen.
Tal positivo arranque ha facilitado también el regreso de Iago Aspas al nivel del delantero que aspiró a ser icono de un histórico como el Liverpool. Anotó dos goles a la contra precedidos de sendos regalos de Piqué y Sergio Busquets en la salida del balón. En ambos resolvió con los nervios templados. Pura clase. Enorme su definición de vaselina en el 2-0.
El Barcelona tiró de casta para intentar darse
oportunidades en la segunda mitad. En la primera apenas le dejaron tener
la pelota porque la monopolizaron en la zona ancha tanto Wass como Augusto Fernández. Ellos marcaron el compás ante el escaso liderazgo que en esta ocasión ejercieron Iniesta o Messi entre los suyos. Incluso sin esmero en su fútbol ni continuidad, el Barça encadenó algunas ocasiones. Sólo resolvió con tino Neymar para el 3-1 en el 79'.
Guidetti amortiguó el efecto de ese gol en apenas dos minutos. El delantero sueco culminó la gran obra hasta la fecha del Celta de Berizzo.
Un triunfo contundente que abre la primera herida seria en el gran
aspirante a revalidar el título liguero. "A estas alturas, el año pasado
me queríais matar", dijo Luis Enrique en la previa. Veremos mañana.
angel.liceras@marca.com
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