(Fuente, Diario EL TIEMPO)
Foto: Archivo particular
Este martes, una comisión de la
Dijín y la Fiscalía inició la primera fase de ocupación de los bienes.Utilizó empresas fachada para cobrarle a la Dian el IVA por el material exportado.
Una casa de cambio y dos comercializadoras de
chatarra en Cúcuta habrían sido claves para que la organización del
prófugo ‘zar’ de la chatarra James Francisco Arias Vásquez lograra
amasar millonarias utilidades por más de 250.000 millones de pesos.
Este miércoles, una comisión de la Dijín y la
Fiscalía iniciaron la primera fase de ocupación de los bienes comprados
con los recursos ilegales a nombre de integrantes de la organización y
familiares de Arias Vásquez. En esta primera etapa se ocuparon 384
inmuebles avaluados en más de 275.000 millones de pesos.
En el expediente, realizado por la Fiscalía y
la Dijín, se lee que la organización logró millonarias utilidades entre
el 2006 y el 2013, cuando ilegalmente ingreso desde Venezuela chatarra
que exportó a mercados de Panamá, Ecuador, China, España y Grecia
Según las cuentas de los peritos, la red
ingresó chatarra que costaba alrededor de 150 pesos el kilo y luego la
exportó en cerca de 2.400 pesos cada kilo.
La Fiscalía calcula que Arias Vásquez movió 35.000 toneladas de chatarra, que supuestamente se produjeron en Colombia.
Además de la utilidad de las exportaciones, la
organización creó empresas fachada para cobrarle a la Dian el IVA por
la chatarra exportada.
También establecieron que gran parte de los
bienes comprados con plata proveniente de recursos ilegales fueron
puestos a nombre de la sociedad Grupo Aliados, propiedad de Arias
Vásquez, quien a pesar de que a través de sus abogados ha buscado
acercamientos para entregarse, está prófugo desde marzo.
Los investigadores tienen en su poder la
declaración de Blahca Jazmín Becerra, quien dijo que asesoró a varias de
las empresas enredadas en la investigación y que por instrucciones
suyas se crearon 25 empresas el mismo día con el fin de justificar las
exportaciones ilegales.
En contra del empresario también está el
testimonio de Jesús María Vergel, quien aparecía como representante
legal de dos importadoras que supuestamente le vendían chatarra a las
empresas de Arias Vásquez, pero reconoció que solo prestó su nombre para
conformar esas firmas y que a cambio de eso recibía 200 mil pesos
semanales.
Otro de los hallazgos de la Dijín y la
Fiscalía tiene que ver con el ciudadano venezolano José Enrique Sánchez,
señalado de haber legalizado mercancías de contrabando provenientes del
vecino país a través de una empresa fachada a nombre de un adulto mayor
de Soledad (Atlántico).
Las autoridades realizan acercamientos con
autoridades de países vecinos para establecer el paradero de tres de los
vinculados a la investigación que están prófugos, entre ellos Arias
Vásquez y Rosa María Barón Báez.
A esta última, la Fiscalía ya le imputo cargos
pero no fue cobijada con medida de aseguramiento por un juez de Cúcuta
y, cuando esa decisión fue revocada en segunda instancia, la mujer ya
había huido.
0 comentarios:
Publicar un comentario