(Fuente, Diario EL ESPECTADOR)
Hélber Otero Pacheco deberá cumplir su medida de aseguramiento en un
centro carcelario. Será trasladado a la Modelo en las próximas horas.
Al resolver un recurso de apelación el juez 55 de conocimiento de Bogotá revocó la detención domiciliaria del máximo accionista de Fidupetrol S.A.S Hélber Otero Pacheco
en el marco del proceso que se le adelanta por los hechos que rodearon
el ofrecimiento de dinero a magistrados de la Corte Constitucional para
la selección de una acción de tutela presentada en contra de un fallo de
la Corte Suprema de Justicia que le ordenó el pago de una multa de 23
mil millones de pesos.
En las próximas horas Otero Pacheco será trasladado a la cárcel Modelo de Bogotá
para cumplir la medida de aseguramiento emitida en su contra el pasado
28 de agosto. En el fallo de segunda instancia se manifiesta que no se
reúnen los requisitos exigidos para considerar que es “padre cabeza de
familia” puesto que su esposa puede “contribuir al sostenimiento
económico de su familia mientras él permanece detenido”.
Asegura
que no se puede inferir que sea la única persona que pueda responder
económicamente por su esposa, hijos y familiares. En este sentido
considera que existen elementos que establecen que cuenta con ayuda
sustancial “para subsistir en caso de que él permanezca detenido en centro de reclusión”. Debido a esto se revocó la decisión tomada por el juez 50 de control de garantías.
Otero Pacheco se declaró inocente del delito de tráfico de influencias en particulares imputado por la Fiscalía General. Según
la investigación fue el encargado de contratar al abogado Víctor
Pacheco Restrepo para que utilizara sus influencias en la Corte
Constitucional y le pusiera de presente la situación frente a la acción
de tutela.
En este sentido se indica
que ordenó contactar a Pacheco, quien se encontraba en Barranquilla,
para que viajara inmediatamente a Bogotá y le comentara a los
magistrados del alto tribunal la necesidad de seleccionar la tutela. Para esto firmó un contrato de prestación de servicios por un valor de 150 millones de pesos.
“Ejerció
de manera indebida sus influencia con los magistrados Jorge Ignacio
Pretelt Chaljub y Alberto Rojas Ríos paran que decidieran al acción de
tutela de Fidupetol”, precisó el fiscal del caso durante la
imputación de cargos. En repetidas oportunidades se hizo énfasis en el
hecho que tenía el 49.9% de las acciones de Fidupetrol.
Para
la Fiscalía General el imputado fue el “cerebro” de estas acciones
irregulares puesto que tuvo una figura de determinador para que el
abogado Pacheco Restrepo visitara a los magistrados y así influenciar la
selección y estudio de la acción de tutela radicada en marzo de 2013.
En su intervención se indica que Otero fue el determinador para “este tráfico de influencias”
puesto que consultó entre sus amigos sobre una persona que tuviera
cercanía con los magistrados de la Corte Constitucional debido al
interés que tenía para proteger el patrimonio de la fiduciaria, en la
cual tenía el 49.9% de las acciones.
Uno
de sus amigos cercanos le recomendó al abogado Víctor Pacheco, quien
inmediatamente fue contactado directamente por Otero para presentarle el
caso en cuestión. El jurista barranquillero –procesado por estos
hechos-reconoció que se reunió en dos oportunidades en Bogotá con el ahora imputado.
“Otero tenía pleno dominio de la empresa”,
resalto el fiscal, al señalar que fue la persona que contrató al
abogado Pacheco Restrepo con el fin de lograr sus pretensiones ante el
alto tribunal. La “iniciativa criminal” la tuvo el máximo accionista de
Fidupetrol quien había consultado la situación con la junta directiva y
abogados de la empresa.
Fue él el encargado de “cuadrar los honorarios” en las reuniones que sostuvo con Pacheco
en las cuales se fijaron los términos del contrato de prestación de
servicios. Fue él directamente el encargado de esto “trabajando más
allá” de la junta directiva y el representante jurídico.
Así fue como en abril de 2013 se firmó el contrato directamente con Pacheco, y en octubre del mismo año
se pactó el otrosí después de la selección de la tutela. Los
testimonios recolectados indican que “los buenos oficios” del jurista
fueron contactados y contratados directamente por Otero.
En ningún momento Pacheco tomó la iniciativa de “vender o comercializar” sus servicios. Le contrato se firmó después de la reunión que sostuvo con el máximo accionista,
quien tenía un lugar preponderante en la fiduciaria –hoy en
liquidación- y un interés para que se tumbara el fallo de la Corte
Suprema.
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