Las Perseidas provocarán la noche de este miércoles una la lluvia de destellos luminosos
Durante las próximas
horas los restos de un cometa golpearán a la Tierra a 60 kilómetros por
segundo. El responsable será el cometa Swift-Tuttle, de 26 kilómetros de
diámetro, más del doble del objeto que causó la desaparición de los
dinosaurios cuando impactó la Tierra hace unos 65 millones de años.
El Swift-Tuttle, descubierto en 1862, ha sido catalogado como “el más peligroso objeto conocido por la humanidad”,
ya que es el cuerpo más grande descubierto que pasa cerca de la Tierra.
Lo hace cada 133 años, en su movimiento alrededor del Sol, el cual lo
trae desde una inmensa nube de escombros que se cree se encuentra en los
linderos del Sistema Solar, conocida como Nube de Oort.
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Nuestro planeta no corre peligro y solamente recibirá el impacto de pequeñísimos pedazos del cometa, del tamaño de granos de arena, que este va dejando a su paso a lo largo de su órbita.
Las investigaciones han revelado que cuando un
cometa se acerca al Sol, el viento solar que lo golpea hace que se
desprendan gases y polvo de su superficie. Así se producen enjambres de
partículas, que comienzan a orbitar el Sol.
La última vez que el Swift-Tuttle pasó cerca de la Tierra fue en 1992, pero cada año nuestro planeta en su movimiento alrededor del Sol cruza por zonas del espacio en donde se encuentran los restos que ese cometa ha dejado. Lo que ocurre después es lo que se conoce como “lluvia de estrellas” o, técnicamente, de meteoros, fenómeno que se observa a simple vista como espectaculares destellos luminosos en el cielo nocturno.
La última vez que el Swift-Tuttle pasó cerca de la Tierra fue en 1992, pero cada año nuestro planeta en su movimiento alrededor del Sol cruza por zonas del espacio en donde se encuentran los restos que ese cometa ha dejado. Lo que ocurre después es lo que se conoce como “lluvia de estrellas” o, técnicamente, de meteoros, fenómeno que se observa a simple vista como espectaculares destellos luminosos en el cielo nocturno.
Los rastros luminosos son causados por las partículas que golpean la atmósfera de nuestro planeta.
Cada partícula, que ingresa a la atmósfera terrestre a enormes
velocidades, comprime el aire justo delante de ella, el cual se calienta
rápidamente.
El aire caliente, a su vez, aumenta la
temperatura de la partícula hasta unos 1.600 grados centígrados, que es
lo suficiente para vaporizarla y hacer que se genere el fenómeno
conocido popularmente como estrella fugaz, el cual sucede a casi 100
kilómetros sobre la superficie de la Tierra.
En realidad, no era evidente para los antiguos
observadores del cielo que el fenómeno no tuviera nada que ver con
estrellas; de hecho, ellos veían como si las estrellas cayeran
repentinamente desde la bóveda celeste.
Hay unas 30 lluvias de meteoros durante el año, cada una asociada con el encuentro de la Tierra y restos de diferentes cometas. Esta semana las protagonistas son las Perseidas, ocasionadas por el cometa Swift-Tuttle.
Hay unas 30 lluvias de meteoros durante el año, cada una asociada con el encuentro de la Tierra y restos de diferentes cometas. Esta semana las protagonistas son las Perseidas, ocasionadas por el cometa Swift-Tuttle.
Desde mediados de julio y durante un mes se
pueden observar, si fijamos nuestra mirada hacia la constelación de
Perseo. De esa región del cielo (a la que se da el nombre de radiante)
veremos emerger la lluvia de destellos luminosos. Hoy y mañana serán los
días más intensos, es decir, cuando el bombardeo de meteoros será
mayor, pues llega a contar hasta 100 meteoros por hora.
Pese a no ser la lluvia de estrellas más
intensa, las Perseidas son tal vez las más populares, dado que se pueden
observar con facilidad en el hemisferio norte ya que su paso se da en
una época del año de buenas condiciones meteorológicas. En Colombia
también se podrá apreciar.
Los antiguos chinos, en el año 36 d.C. ya
observaban las Perseidas, al igual que en la Edad Media, cuando los
seguidores de la tradición católica recordaban las lágrimas derramadas
por san Lorenzo al ser quemado en la hoguera el 10 de agosto de 258 d.C.
Ninguno de ellos sabía que el culpable del fenómeno era un
intrépido cometa que, tras ser perturbado, hacía viajes al interior del
Sistema Solar, mientras dejaba una estela de su ‘perfume’.
Para tener un contacto con el universo y sus
sorprendentes manifestaciones, es recomendable irse a un lugar oscuro,
alto y con buena visibilidad, alejado de las concentraciones urbanas.
En este caso no se necesitan binóculos ni
telescopios, solo hay que dirigir atentamente la mirada hacia Perseo, en
dirección noroccidental, a unos 30 grados sobre el horizonte. Eso sí,
hay que tener paciencia para registrar con los ojos la llegada de las
Perseidas, preferiblemente horas antes del amanecer.
SANTIAGO VARGAS*
Para EL TIEMPO
*Ph. D. en Astrofísica, profesor investigador del Observatorio Astronómico Nacional de Colombia
Para EL TIEMPO
*Ph. D. en Astrofísica, profesor investigador del Observatorio Astronómico Nacional de Colombia
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