(Fuente, EL TIEMPO)
Foto: Archivo / EL TIEMPO
Aquí, las claves para que aprenda cuándo se tildan los monosílabos.
En mi condición de
periodista y defensor constante del correcto uso de nuestra lengua, me
resulta muy preocupante la aparición de tantos avisos donde la primera
de las intenciones, parece, es escribir y hablar de cualquier manera.
Los anuncios, por lo regular, se toman como modelo en el uso frecuente
del español.
Las expresiones espontáneas, alegres o
graciosas son muy recomendables; pero, cuando aparecen la ramplonería,
el sentido malicioso, los tonos fuertes y la gramática descuidada,
entonces se corre el riesgo de que esos empiecen a convertirse en los
referentes de expresión para millones de personas. Triste, ¿verdad?
Los desaciertos más frecuentes al escribir son las faltas de acentuación, particularmente en algunos monosílabos.
Quizá,
las fallas aumentan porque los programas de corrección ortográfica de
los computadores aún no indican con precisión las diferencias de
significado de las palabras que se escriben con las mismas letras cuando
una o algunas llevan la tilde. Además, los usuarios del idioma dejan de
consultar cada vez más el diccionario. Recomiendo www.rae.es.
Aquellos términos de una sola sílaba que
causan mayor duda para marcar la tilde son los siguientes: mi, tu, el,
si, se, de, mas, te, aun (no es monosílabo, pero tengámoslo en cuenta).
Ahora, muchos lectores empiezan a conjeturar cuáles llevan el acento
ortográfico (tilde) y en qué casos. Esa diferencia especial del signo
para dar un valor distintivo a las palabras se llama diacrítica, y esa
sola modificación ya cambia el sentido de una idea.
Consideremos, entonces, los usos apropiados
que establece para estos casos la Real Academia Española en su
Diccionario de la Lengua Española.
-Mí lleva tilde cuando es pronombre; es decir,
cuando equivale a yo (permítanme esa asociación), cuando se refiere a
la persona, a uno mismo. Y no la lleva cuando es el posesivo. Ejemplo: A
mí, mi amigo me aconseja con acierto y sacude mi conciencia.
-Tú lleva la tilde cuando es pronombre, y no la lleva en el posesivo. Ejemplo: Tú y tu idea son interesantes.
-Él lleva tilde si es pronombre y no la lleva si es artículo. Ejemplo: Para él, el problema está resuelto.
-Si lleva la tilde en dos casos: cuando es
pronombre de complemento y es la afirmación. Y no lleva tilde cuando es
conjunción condicional o la séptima nota de la escala musical. Ejemplo:
Si tú me crees, te diré que sí: ella volvió en sí después de escuchar
esa nota si.
-Sé lleva tilde cuando es la forma verbal de
los verbos ser o saber. En los demás casos no se marca la tilde.
Ejemplo: No finjas: sé tú mismo ante él, porque sé que se dedicó a ti.
-Dé lleva tilde cuando es la forma del verbo dar, y no la lleva si es la preposición. Ejemplo: No dé explicaciones de nada.
-Más lleva tilde cuando indica mayor grado
(contrario a menos), y no la lleva si es sinónimo de pero. Ejemplo:
Ahora entiende más el asunto, mas no le gusta el proceso.
-Té lleva tilde si se refiere a la bebida o a
la planta, y no la lleva si es pronombre. Ejemplo: ¿Te pregunté si te
apetece un té?
-Aun no es un monosílabo; sin embargo está
incluido en esta lista porque existen dos aun, uno con tilde y otro sin
esta. Lleva tilde cuando significa todavía, y no la lleva cuando
significa incluso, siquiera o hasta. Ejemplo: Siempre fue paciente, aun
en los momentos difíciles; pero aún es tiempo de continuar.
Por regla general, los monosílabos no llevan
tilde. Los casos anteriores son excepciones porque la misma escritura
obliga a ello. Así, nunca llevan tilde (¡jamás!) las palabras vi, ve,
vio, di, da, dio, fue, fui, fin, fe (aunque sea inmensa), ti, tan, ya,
yo… Reconozco que algunas de estas palabras tienen “cara” de llevar
tilde; sin embargo, recomiendo, como en todo, no fiarse de las
apariencias.
Cuando se altera el significado, no solo de la
palabra misma, sino en muchas ocasiones de una oración, un párrafo y
aun de un texto completo, queda derrumbado ese pretexto enclenque de que
da igual no marcar la tilde que marcarla, sobre todo bajo los
movimientos de los pulgares sin acento.
JAIRO VALDERRAMA
Profesor de la Facultad de Comunicación
Universidad de La Sabana
Universidad de La Sabana
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